A ver…
que el riesgo de contagio es real, sí. Que se está extendiendo, parece ser que
sí. Que han muerto personas, sí existe el riesgo pero otros muchos lo pillan, pasan la enfermedad y siguen. Cuando ves a
la gente encogerse en sus casas y declamar el apocalipsis uno no puede hacer
otra cosa que reflexionar en que cosas se están haciendo mal, o que es lo que
nunca se hizo bien…
Imagínate, por poner un ejemplo tonto, que un profesor viene de Italia… ¡como si Italia fuera chica!... y se le prohíbe
dar clases por riesgo de contagio…pero, pero… ¿qué contagio señores? Para eso
hay que tocar un foco infeccioso… ¿y qué será lo siguiente?… ¿vetar las pizzas y la comida china? cada uno puede ver el
terror donde quiera y en la forma que más coraje le dé… pero señores, vamos a
ser sensatos y consecuentes… que no todos sufrimos el mismo riesgo….
Pero
como a río revuelto ganancia de pescadores, miro la mano del mago que esconde
la carta y veo a un gobierno clausurando colegios y estadios, la semilla y el
opio del pueblo, a ver por donde sale esto. Veo a gente obsesionándose con la
limpieza, como si el ébola nunca hubiera pasado por aquí y no estuviéramos suficientemente agradecidos
de que esa epidemia no fructificara. Es curioso que sean la educación y la
sanidad los más tocados por esta crisis express… como curioso es que sean los
servicios sociales que más recortes, cambios y privatizaciones hayan recibido
en los últimos tiempos.
Que el
coronavirus está muy bien y es el virus cool del momento… pero señores, que
aquí el rey sigue siendo otro viejo conocido y los laboratorios que dedican su tiempo a investigarlo
sigue precarizando su financiación… El
circo ha llegado a su ciudad así que por favor sea consciente, póngase su nariz de
payaso, el mono amarillo, la mas-carilla blanca y espere su turno en la fila…
… Si
sobrevive al miedo…ya le llamaremos.
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