domingo, 9 de junio de 2013

Música en las nubes

Cuando oímos música en las nubes es porque está tocando la orquesta en el tejado.

Cuando se habla de  espectáculo educativo no podemos pasar por alto a esta agrupación, liderada por El viola Humberto Armas y el virtuosismo convertido en showman que probablemente todas las personas del ámbito musical reconocerán en la figura de Ara Malikian. El violinista libanés no solo llena auditorios sino que los levanta de sus asientos. Me congratulo en ver que muchos, muchísimos niños van a sus espectáculos, se ríen y no se pierden un detalle porque es un buen ejemplo de cultura y de humor, algo que a ritmo frenético está desapareciendo en este país.

Aunque he oído sus discos y he visto sus videos porque siempre estoy buscando repertorios clásicos que escuchar, nunca lo había visto en directo. En la calle sí porque vivíamos en la misma pero no es lo mismo porque cuando lo ves subirse a las tablas llena completamente el escenario con su melena despavorida y sus movimientos eléctricos. No pude perder la ocasión de hacerle un homenaje a pesar de que el auditorio estaba a oscuras (lo que se dice dibujar de cabeza) en un duelo de velocípedos arco versus rotu.


Sin duda es un espectáculo para ver, el arco más rápido del mundo con una presencia escénica tan natural que resulta mágica. Sin duda le pongo el galardón de Creador de Sueños y me apunto sus próximos eventos en la agenda porque tiene muchos y muy variados. Os lo aconsejo, no os vais a arrepentir. 


viernes, 7 de junio de 2013

Cartografía onírica


La Cartografía Onírica es, sin duda, la resignación de la razón a dejar brotar al líquido amniótico que rodea la isla de las sensaciones, anclada a la ribera cerebral del hemisferio derecho.
El mar, mil veces transitado, salado cien veces con las lágrimas de la rabia y la desazón está lleno de barcos hundidos, de dragones de temporada, ballenas en extinción y veleros de papel osados, sin rumbo y a la deriva.
No esperes el momento de dar el salto a cualquier rincón de la mente, al ultramundo de lo vivido, viviendo y por vivir, flotando dulcemente en un espacio sin tiempo y sin nadie que venga a modificarlo. Es el paso siguiente a dar el paso hacia el oscuro velo de lo desconocido. Y esto es un mapa ahora, en este preciso instante, pero dentro de un minuto será una acequia poblada por un macizo de flores de siete colores, luego una partitura dedicada al rey de Persia, luego una mirada cálida seguido de una sonrisa, luego…

Marca tu itinerario, cada uno tiene sus propias islas, sus propios rincones, cabos y arrecifes. Puedes arribar en la ensenada del arte, hacer un crucero por el golfo mágico visitando el archipiélago de verso y prosa o viendo atardecer desde la isla de trazos. O los más osados pueden dejarse llevar por el oleaje de las islas danzarinas. Cualquier ruta es buena, cualquier lugar es bello si forma parte de tu Cartografía Onírica.