El año pasado disfruté como nunca de la presentación de
un libro, discípulas de Gea, del que fui mecenas y donde 36 autoras decían con sus dibujos, sus fotos
y letras bien grandes lo que significa ser una discípula de la Madre Tierra, la
fuerza femenina y nutricia que nos alimenta, el digno canto de una generación
de mujeres dispuesta a ocupar el lugar que les pertenece, el sitio que la
violencia y el maltrato nunca debieron ocupar.
Me siento orgulloso de tenerlo porque en esa pasada edición
colaboraron, lo dieron todo, un buen puñado de buenas amigas, Sara,
Belén, Ángela, Ana, Elvira, Rosa, todas mujeres fuertes, mujeres sensibles, mujeres conscientes,
que saben lo que tienen que hacer para mover el mundo y yo, que me siento tan
parte de ellas fui a escucharlas, a hablar con ellas, compartir el momento,
aprender y a comprar un libro hecho por una pequeñita editorial, de la que
tengo ya no pocos libros, pero muy grande en corazón y en ideas, y que no se podía
llamar de otra forma que INVENTA.
Doblemente orgulloso me siento de reconocer a un buen puñado
de extraordinarias mujeres colaborando en esta nueva generación de Discípulas
de Gea, Clara, Gracia, Sra. Naranja, Nuria, Sandra, todas ellas desde las
letras, la pintura, incluso la música nos abrazarán en esta ocasión para volver
a recordarnos que este libro se hace por conciencia colectiva y que colabora
con el programa de Trata y Violencia de género de la asociación Guada Acoge.
Queda poco tiempo, y aún les queda un poquito por recolectar
para que este árbol de hojas tiernas como poemas siga creciendo y se haga grito
en la tormenta. Si quieren regalar un bonito recuerdo para empoderar a las
mujeres fuertes que os rodean no desaprovechen la oportunidad, porque las
Discípulas de Gea son voces que emanan de las entrañas de la tierra y tienen muchos
secretos que están deseando compartir…
Aquí os dejo el enlace a la plataforma de mecenazgo con
el deseo que veáis el vídeo de presentación, os encontréis entre sus textos, su voz, su música... y os unáis.