martes, 31 de diciembre de 2019

Te deseo...


...que se esconda el año y termines de recoger la siembra de las últimas palabras plantadas en el desfiladero de tus sueños. Que sea un año lleno de decisiones importantes, con idas y venidas, de plantar y regar mucho, de briega constante y sorpresas, muchas sorpresas, llenas de brotes tiernos.

Que dejes atrás proyectos eternos, que tires por la borda las cajas de sueños que te quiten el tiempo en forma de espejismos. Que calmes tus dolores en la creación y el llanto. Que acabes exhausto lo que más te gusta, bailando al borde del abismo, tirando sobre la bocina, robando horas al sueño. Valdrá la pena.

Que plantes semillas en mentes jóvenes, mayores, niños y defiendas con esmero la posición que yo nunca me creo a pie juntillas, pero que cada vez más ofrezcan ventanas hacia cualquier parte. Que sea el próximo año, en definitiva, un año en que pelees contra diferentes goliaths y no consigas ponerlos de acuerdo hasta bien llegada la madrugada.

Que intentes cerrar heridas abiertas, unas a base de abrirlas, qué paradoja, y otras a base de enterrarlas y poner un enorme cartel de NO TOCAR hasta nuevo aviso. Un año para que derrames todos tus vasos de medias tintas, pero a fin de cuentas un año muy vivo, con instantáneas casi eternas, uno de los más inspiradores ¿Quién da más señores?

Que viajes lo más posible, pero que cada una de tus escapadas tengan un sabor especial. Que no renuncies a ser feliz, con la libertad de mirar de nuevo que otros caminos son posibles y que hagas malabares aún a riesgo de saber que una bola más de la cuenta pueda echarlas todas abajo.

Y al final del camino, que es el principio, te deseo aroma de vino, frases que hacen cosquillas en el desierto, palabras desnudas en el recuerdo y lunas, y estrellas por estudiar a conciencia para seguir contando historias.

Te deseo...



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