Esta semana he disfrutado de una noche de mitología clásica
en un marco incomparable. Con ruido de mar de fondo, en un teatro que batalla
contra el tiempo desde el siglo II a.c., además se trataba de uno de mis temas griegos
favoritos, “El laberinto del Minotauro”, que contiene todo lo necesario para
ser una obra tanto épica, con viaje iniciático, héroe legendario, dudoso
futuro… así como sirve de viaje interior, filosófico y autorreflexivo, entrar
al laberinto, enfrentarte a tus propios miedos, encontrarse cara a cara con la
bestia....
Si me remito a mi iconografía particular el Minotauro siempre fue
mi animal simbólico, la bestia encerrada en el laberinto, pero no como la pinta
la mitología, más bien como lo hace Borges, o mejor aún como lo hace Cortázar,
ilustres escritores también de mi historia personal que trataron con maestría
el mismo tema acomodándolos a sus personales métricas.
Por eso llevo todas las noches de esta semana, pasando ya de
las tres, vagando tras mis palabras y mis trazos, viendo aún al Minotauro
persiguiendo sombras en el laberinto y escribiendo versos en cada esquina, como
la figura del buscador enfermizo, del poeta encerrado en su cárcel de papel.
Tras de él la figura de Teseo, el héroe, el castrado que todo lo toma a fuerza
de espada y sacrificio y que a la postre, le pese a quien le pese, resulta
vencedor, y un tercero, el invisible, el creador, el que olvidó todo el mundo,
Dédalo, el genio inventor, el que fue víctima de su propia genialidad, y por su
genialidad perdió a su hijo. Y Ariadna, la seductora, la salvadora, la que
vende a su hermano por su libertad, y Pasifae y Minos, Caronte, las moiras,…
La mitología está llena de referentes, personajes duros,
trabajados por las columnas del tiempo, que guardan en sus historias verdades
veladas. Y vuelvo a sentirme una vez más Minotauro, el que yo me imagino, y
vuelvo a ver su sombra detrás de cada esquina del laberinto que ando hacia
adelante y hacia atrás, esperando de nuevo, una y otra vez, la espada de Teseo que
lo mate por fin, o lo devuelva a la vida.
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