En 1816, durante un verano suizo donde la tormenta se adueñó durante días de la época estival, Lord Byron en su casa de campo incitó a sus invitados a una curiosa propuesta. Escribir una historia de terror. Entre sus invitados, el poeta Percy B. Shelley, John W. Polidori, Claire Clermont y la joven Mary Godwin, de cuyas manos nacería una de las obras más conocidas de la literatura y antesala de lo que sería la literatura de ciencia ficción, “Frankenstein; o el moderno Prometeo”.
Sería
tan fructífera esta reunión que lo que parecía que sería un cuento se convirtió
pronto en una novela alentada por todos sus compañeros. Aunque Mary no quiso
publicarla con su nombre, su amante por entonces Percy B. Shelley escribió un
prólogo a la obra por lo que todo el mundo editorial pensó que había sido
escrita por él mismo.
Años
después la propia Mary Shelley, ya esposa de Percy B. Shelley, reedita la
novela tal y como ha llegado hasta nuestros días. Una novela que trata de forma
general las cuestiones morales sobre la creación y la posibilidad de jugar a
ser Dios, que tanto daban que hablar en la época y de una forma particular
también habla sobre la capacidad humana para cumplir su voluntad o la eterna
lucha sobre si es el destino es el que manda o existe posibilidad alguna de elegir
nuestro camino.
Hasta
nuestros días ha llegado el monstruo de Frankenstein en forma de innumerables
versiones, ya sean literarias, fílmicas o dibujos animados. Es una criatura que
ya pertenece a nuestro bestiario y que sin embargo muchas veces no
se conoce realmente el origen que dio pie a esta historia. Sin duda alguna una
novela necesaria para leer, ya que es la precursora de la ciencia ficción por sus ideas
avanzadas sobre la vida y la inmortalidad, es la que hemos elegido para dar pie
a nuestro comienzo en el Club de Lectura.
Así que
ya sabes, si tienes curiosidad por saber que desgranamos de esta obra, y de
otras muchas porque la única forma de alcanzar el conocimiento es leer,
reflexionar y compartir, ya sabes que en el club de lectura estaremos
encantados de hacerte un hueco.
“Ten cuidado; pues no conozco el miedo y soy,
por tanto, poderoso.”
Frankenstein, o el moderno Prometeo
Mary Shelley